Hace unos cuantos días charlaba con vosotros sobre la importancia de los asesinos en la ficción, sobre su relevancia, ya fuera siendo el máximo protagonista o el secundario de turno. Si el asesino fallaba, adolecía toda la obra. Y si te paras a pensar no hay que rebuscar mucho en nuestra mente para encontrar las características de un gran asesino para nuestra historia, pues la realidad, como tantas veces se dice, supera la ficción y ello significa que podremos ver e investigar las vidas y acciones de las almas más oscuras. Así que en esas estamos en este artículo (o serie de artículos), en ahondar en la figura de los asesinos en serie. ¿Estás listo? 3, 2, 1…
El fenómeno de los asesinos en serie
Y lo denominamos fenómeno porque hay una clara fascinación por la que es quizá la figura más execrable y horrenda de nuestra sociedad, pues no es sólo el hecho de que asesine, es el porqué, el cómo, es su esencia, el entramado neuronal que en su cerebro dicta las atrocidades más extremas. ¿Qué lleva a una persona a convertirse en un monstruo? Y claro que es un tema fascinante, lo cual les convierte en carne de personajes cinematográficos, televisivos o literarios.
Pero comencemos por el principio, ya que, aunque en la historia de la humanidad han existido numerosos asesinos en serie, muchos de los cuales (y quizá algunos de los más peligrosos) no tengamos constancia documental, el término asesino en serie tiene apenas cincuenta años de antigüedad, pues fue en los años 70 cuando (especialmente en los Estados Unidos) se acuñó y comenzó a propagarse entre la población. Esto provocó que, a medida que el término calaba en la sociedad, también lo hacía la necesidad de categorización y realización de un estudio psicológico criminal específico.
De esta manera, hoy, según Wikipedia, el término asesinos en serie podría definirse de la siguiente forma: «La denominación asesino en serie o asesino serial designa a un individuo que asesina a tres o más personas en un lapso de 30 días o más, con un período de «enfriamiento» entre cada asesinato, y cuya motivación usual es la gratificación psicológica que le proporciona cometer dicho crimen, aunque no necesariamente la única, y la existencia de un patrón en los asesinatos».
La figura del agente del FBI Robert Ressler
Como dijimos anteriormente el término de asesino en serie comenzó a cobrar importancia en la década de 1970 en gran medida por dos factores condicionantes: el mediático caso de Ted Bundy y los primeros estudios académicos de relevancia realizados por el agente especial del FBI Robert Ressler, quien creyó que detrás de estos asesinatos podría haber patrones o razones psicológicas que pudieran derivar en este tipo de comportamientos criminales. Por este motivo se decidió a entrevistar a algunos de los asesinos más importantes capturados hasta la fecha, desarrollando perfiles psicológicos de cada uno de ellos. Unos análisis que resultarían de gran ayuda en un futuro y que darían el pistoletazo de salida a la inversión en la materia.
Uno de los elementos que nos puede dar la relevancia del personaje de Robert Ressler es la obra que escribieron John E. Douglas y Mark Olshaker, Mindhunter: Cazador de mentes (Mindhunter: Inside the FBI’s Elite Serial Crime Unit), libro sobre el que se basaría a su vez la serie de Netflix, Mindhunter, estrenada el 13 de octubre de 2017 y creada por Joe Penhall y producida por David Fincher y Charlize Theron, que se centra en las vivencias de los agentes del FBI Douglas, a través del personaje de Holden Ford, y Ressler, a través del personaje de Bill Tench, en el desarrollo de las entrevistas en cárceles de alta seguridad de los monstruos más atroces de la época.
El asesino en serie vive en el territorio de lo anormal, donde las normas éticas y morales no tienen sentido ni aplicabilidad. Son la personificación del mal en su forma más pura y, al mismo tiempo, la manifestación extrema de las complejidades de la mente humana.
John E. Douglas y Mark Olshaker
Mindhunter: Cazador de mentes
(Mindhunter: Inside the FBI’s Elite Serial Crime Unit)
El mediático caso de Ted Bundy
El otro elemento que fue determinante para la creación y desarrollo del estudio científico y psicológico del nuevo término de asesinos en serie fue el terrible caso de la serie de crímenes pertrechados por el infame Ted Bundy, el cual tuvo una repercusión mediática importantísima, dándose un seguimiento detallado y generando olas de corrientes de opinión que lo convirtieron en un icono.
Bundy fue regando de muerte diferentes estados del país, para ello se aprovechaba de su atractiva personalidad y su físico con los que se ganaba la confianza de las jóvenes que posteriormente conformarían las cifras de su ópera macabra. Era hábil con las relaciones sociales y se sabía capaz de conseguir la atención y confianza de las mujeres que luego convertía en víctimas. Un encanto letal que causó admiración y horror en buena parte de la población.
Otros ejemplos históricos de asesinos seriales
- Jack el Destripador: Causó el terror por las húmedas calles del barrio londinense de Whitechapel, hogar de prostitución y vicio, a finales del siglo XIX. Fueron numerosas las veces que las campanas de alerta sonaron en la madrugada para dar aviso del nuevo y diabólico asesinato de otra prostituta de la zona. Sus crímenes se caracterizaron por la mutilación de sus víctimas, y hasta el día de hoy su identidad aún permanece desconocida, un hecho que ha posibilitado que se generen numerosas interpretaciones e hipótesis sobre quién podría ser, además de ofrecerse como un bocado delicioso para escritores y guionistas, que han usado su historia para múltiples películas y series, siendo una de las últimas Jack el Destripador, la historia no contada del año 2021, la cual se puede ver en la actualidad en la plataforma Prime Video.
- John Wayne Gacy: Conocido como el Payaso Asesino, acabó con las vidas de al menos treinta y tres jóvenes también en la década de los 70, esta vez en Chicago, y su modus operandi se basaba en conseguir la confianza de sus víctimas a través del ofrecimiento de puestos de trabajo, siendo la necesidad laboral de las mismas un imán para su sed de sexo y muerte. Cuando se descuidaban, las secuestraba y abusaba de ellas hasta terminar con sus existencias mediante estrangulamiento.
- Jeffrey Dahmer: Dahmer es otro de los casos que últimamente se han hecho célebres por su aparición en forma de miniserie en la plataforma Netflix. Quizá uno de los asesinos en serie más macabro, el apodado Caníbal de Milwaukee llevó a cabo sus terroríficos asesinatos entre los años 1978 y 1991. Mató y desmembró a diecisiete hombres y niños, ejerciendo actos de necrofilia y canibalismo sobre los cuerpos de sus víctimas.
- Aileen Wuornos: Wuornos, también estadounidense, acabó con siete hombres entre 1989 y 1990 en el estado de Florida. Después de su captura y para su defensa alegó que se vio obligada a asesinar a aquellos hombres tras sufrir abusos de carácter sexual, por lo que en todo momento mantenía que actuó en defensa propia. A pesar de sus esfuerzos fue condenada por dichos crímenes y ejecutada en el año 2002. Su vida inspiró la película Monster (2003), protagonizada por Charlize Theron, quien se hizo con la estatuilla que la galardonaba como mejor actriz en los Oscar de la edición de 2004 gracias a su interpretación.
Conclusión
Gracias a los acontecimientos narrados en la década de los 70 comenzaron a realizarse y a financiarse numerosos estudios para la comprensión de la psicología de los asesinos en serie con el fin de evitar y tratar desde un punto de vista científico casos venideros. De esta forma se enriquecieron tanto la psicología criminal como otras disciplinas relacionadas, algo que ha ido en aumento gracias a los avances en tecnología y conocimiento del comportamiento de los engranajes psicológicos que conforman las almas más oscuras, las de los asesinos en serie.
Los asesinos en serie son maestros en el arte de la manipulación y la seducción. A menudo, utilizan su encanto y carisma para ganarse la confianza de sus víctimas, antes de revelar su verdadera naturaleza como depredadores despiadados. Para ellos, el acto de matar es un medio para satisfacer sus impulsos más oscuros y retorcidos.
John Douglas y Mark Olshaker
The Anatomy of Motive: The FBI’s Legendary Mindhunter Explores the Key to Understanding and Catching Violent Criminals
Algunos libros sobre la materia
- “Mindhunter: Cazador de mentes” de John E. Douglas y Mark Olshaker (1995)
- “Asesinos en serie: Método y locura de los monstruos” de Peter Vronsky (2004)
- “Anatomía del crimen: El legendario Mindhunter del FBI explora la clave para entender y atrapar a criminales violentos” de John Douglas y Mark Olshaker (1999)
- “En las mentes de los asesinos en serie: Por qué matan” de Katherine Ramsland (2005)
- “El asesino al otro lado de la mesa: Descifrando los secretos de los asesinos en serie y depredadores con el Mindhunter original del FBI” de John E. Douglas y Mark Olshaker (2019)
- “El extraño junto a mí” de Ann Rule (1980)
- “Los casos que nos persiguen” de John Douglas y Mark Olshaker (2000)
- “El mal que hacen los hombres: El viaje del perfilador del FBI Roy Hazelwood en las mentes de los depredadores sexuales” de Stephen G. Michaud y Roy Hazelwood (1999)
- “El susurrador de psicópatas: La ciencia de los que no tienen conciencia” de Kent A. Kiehl (2014)
- “Sin conciencia: El inquietante mundo de los psicópatas entre nosotros” de Robert D. Hare (1999)
- “Enciclopedia del asesino en serie de la A a la Z” de Harold Schechter y David Everitt (1996)
- “Viaje a la oscuridad” de John E. Douglas y Mark Olshaker (1997)
- “El asesino de pastores: Una historia real de crimen y el nacimiento de la ciencia forense” de Douglas Starr (2010)
- “Archivos del asesino en serie: Quién, qué, dónde, cómo y por qué de los asesinos más terroríficos del mundo” de Harold Schechter (2003)
- “La última víctima: Un viaje de vida real a la mente del asesino en serie” de Jason Moss y Jeffrey Kottler (1999)
Un asesino en serie en mi libro, El vástago de la muerte
Aunque con otras características que los mencionados en los criminales anteriores, en mi novela también hay un despiadado asesino en serie cuyo entendimiento psicológico sería digno de estudio por el afamado agente del FBI Robert Ressler.
En Guadaña, la figura del psicópata narcisita y hedonista queda patente, quizá una niñez traumática, o una adolescencia marcada por su integración en el ejército. Es probable que su educación marcial y sus años de servicio en diferentes conflictos bélicos, tanto formando parte del ejército de su país como posteriormente siendo mercenario a sueldo, facilitasen que esos cables pelados se terminaran de romper. Con ello, querido lector, no estoy diciendo nada que vayas a encontrar en mi novela, pero sí unas ligeras pinceladas de la psique del que podría ser el depredador perfecto.
Para mí sería una delicia que le dieras la oportunidad para conocerlo y te lanzaras a comprar mi libro, y no esperes una historia de asesinatos sin más, estarías terriblemente equivocado. En el El vástago de la muerte encontrarás tramas políticas y policíacas, ambición y deseo de poder.
En definitiva, si quieres más, en los botones bajo la imagen de portada está la respuesta.
Muchas gracias por tu tiempo y nos vemos en el próximo artículo.