Cuando pensamos en el vampirismo, o en el terror basado en películas o novelas de vampiros, puede que nos dé cierta sensación de que eso se perdió, que la conversión al mundo del comic o de la literatura romántica con visos adolescentes han hecho un terrible favor al género. Los clichés han convertido lo que antes era abominable en una rama de lo fantástico, transformando lo que siempre fue un capítulo señalado dentro de la literatura y el cine de miedo en un mero epígrafe.
El reto pasa por ahí, y pasa por volver a ver el vamipirismo como un género adulto, brutal y sexual. Y es lo que intenta Juan de Dios Maya Ávila en esta serie de relatos, busca volver a llevar el género al lugar que le corresponde, con altas dosis de erotismo y elementos grotescos concentrados en textos cortos e intensos.
Y al igual que Juan de Dios, parece que haya una corriente con el fin de recuperar el aura terrorífica en la figura del vampiro, lo cual podemos constatarlo con las producciones cinematográficas, El último viaje del Démeter y la de próxima reproducción en la gran pantalla: Nosferatu. En la primera, basada en uno de los capítulos de Drácula en el que se narra el transporte del vampiro desde los Cárpatos a Inglaterra, se usan los vacíos que deja el libro y que podrían haber formado parte de la historia de Bram Stoker. Y lo han intentado, porque la atmósfera oscura e inquietantevan por el buen camino, aunque definitivamente peque de fantasiosa en el concepto del personaje de Drácula, más visto como demonio alado que como humano, lo que le quita potencia al relato.
La segunda apuesta para devolver al género al trono del terror es la cinta Nosferatu, que pronto estará en los cines, y que busca convertirse en un legado a la altura de la cinta expresionista de Murnau, poniendo la mirada de nuevo en Stoker, pero también en el románticismo de Friedrich, además de darle cierto aura neogótico. Veremos en qué se convierte, pero lo que está claro es que al igual que la obra de Juan de Dios Maya Ávila, Niña oscura y otros relatos de vampiras, desea llevar a lo adulto lo que ha habido un tiempo en que han convertido en juegos de niños.