En la vida de un libro no hay nada más importante que la figura del lector, por la sencilla razón de que sin ellos los libros no tendrían ningún sentido. Y es en ese convivir en el que queremos ayudarles a unos y a otros (aunque en esta ocasión nos centraremos en aquellos para los que se hicieron).
Por norma general, los lectores juegan a una especie de ruleta rusa a la hora de comprar un libro, pues, aunque sí que pueden recibir pistas acerca de si la obra les podrá gustar, finalmente comprarán un producto del que poco saben o cuyas referencias pueden estar trucadas. Por supuesto, cuando elegimos leer a un autor que ya conocemos tenemos muchos motivos para ser optimistas, ya que por lo menos conocemos la forma de escribir o cómo argumenta, por lo que suele ser habitual que, cuando nos gusta un libro, busquemos más títulos de ese autor. Y, seguramente, esta sería una de las dos únicas referencias relativamente fiables para asegurarnos el éxito a la hora de comprar un libro. La segunda viene traducida del impacto de la misma, si hay mucha gente que ha leído un libro y les ha gustado, y éste tiene una temática que encaja con nuestros gustos, probablemente acertemos. Aunque tampoco el éxito está 100% asegurado, pues los gustos son subjetivos, así como la exigencia de unos y de otros. Así que a la hora de la verdad siempre será un girar el tambor y que sea lo que Dios quiera.
Y digo esto porque el resto de opciones que tenemos para que nos motiven a decantarnos por un libro son altamente subjetivas como indicamos a continuación:
- Por la editorial. Que un libro esté asociado a un sello editorial hoy en día no significa que el producto final sea de calidad, pues muchos de estos libros son editados por sellos de autoedición que lo único que aseguran es que el trabajo de maquetación y las cubiertas sean realizadas por profesionales (que dichos profesionales sean buenos y el arte final de calidad también sería otra historia). Así que nos encontramos un libro que no ha pasado ninguna criba para ser aceptado y que quizá no haya sido corregido.
Luego nos encontramos con las editoriales clásicas alternativas, que cuidan más el producto y lo escogen ellas, convirtiéndose en muchos casos en editoriales de nicho que se especializan en temáticas más o menos definidas. Si un lector encaja dentro de los parámetros de ese nicho, probablemente encuentre un buen caladero, aunque no siempre es suficiente. Necesitamos más información.
Y, por último, tenemos los grandes grupos, que pueden parecer altamente fiables, pero que de un tiempo a esta parte están demasaido pendientes del famoso feedback a la hora de lanzarse a llevar a cabo proyectos literarios. Por lo que realizan una gran apuesta por los perfiles públicos o con mucho alcance en redes sociales, ya que les aseguran una gran visibilidad y un número de ventas alto, pero que no garantizan obras de una gran calidad literaria. - Las reseñas literarias. Las reseñas, notas de prensa y artículos que podamos encontrar de un libro seguramente vengan condicionados por el cobro por la realización de dichas actividades promocionales. Por lo tanto, si te voy a pagar por un servicio, también me aseguraré una buena crítica de mi producto. Hoy cada vez son menos los que realizan estos trabajos por el hecho de contarle al mundo su opinión real y sincera de lo que le ha parecido un libro, y en esos casos, siempre lo harán desde un punto de vista personal, con lo que ello conlleva, aunque sí nos asegura que sea una opinión “sincera” o que no esté “trucada”. Así que nos encontramos con noticias y reseñas escritas o habladas realizadas por dinero o (en el caso de las segundas) por conseguir libros gratis. En cualquiera de los casos las opiniones estarán adulteradas (siendo este es un tema que cada día conoce más gente), lo que provoca que no les den demasiada credibilidad a dichas opiniones.
- Por último, están las recomendaciones. El famoso boca-oreja, que sin lugar a adudas es el que más puede decantar nuestra balanza a favor de comprar un libro. Aunque, como ya hemos dicho anteriormente, cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, y nuestros gustos y criterios pueden diferir mucho y resultar que lo que le pareció fascinante a uno a ti te es tremendamente tedioso.
Así que, después de analizar todas las opciones, seguimos jugándonosla a la ruleta rusa a la hora de comprar un libro. Y ese es el motivo, ni más ni menos, por el que ha nacido Un libro de, porque Un libro de no busca dar opiniones, busca dar información mucho más ampliada de la que habitualmente puedes encontrar en la sinopsis de la obra que aparece en la contraportada o en la página de venta de la plataforma de turno. En Un libro de queremos hablarte de la obra, de las temáticas que trata, de los personajes e indicarte cuánto de cada tema puedes encontrar en un libro. Porque el género escogido está basado en la temática de más peso, pero todos sabemos que nunca un libro está centrado en un solo hilo conductor, pues dentro de la trama principal encontraremos subtramas que nos hablarán de otros temas que son importantes pero de los que no sabemos nada cuando vamos a comprar el libro. En Un libro de te daremos pistas fiables y te proporcionaremos una muestra para que puedas ver cómo escribe el autor. De esta manera podrás hacerte una idea más clara de lo que te puedes encontrar y si encaja con lo que normalmente te suele gustar.
También hablaremos de los autores de una forma más profunda y de las editoriales en el caso de que el libro tenga sello que le guíe. Y los categorizaremos por géneros para que puedas ir directo a los títulos que más te puedan gustar. Por que al final Un libro de quiere ser como ese librero que te cuenta cosas que van más allá de la obra para que encuentres el camino real hacia una compra satisfactoria y que nada tiene que ver con reseñas, recomendaciones, artículos o sellos editoriales, tienen que ver con tener una información neutra y veraz.