El decadentismo en “A flor de piel” de Antonio de Hoyos y Vinent

El decadentismo fue una corriente estética y literaria que floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, principalmente en Europa. Se caracterizó por una profunda sensación de pesimismo y desencanto ante la sociedad moderna, así como por una exaltación de la belleza, la individualidad y el arte por el arte.

Características del decadentismo en “A Flor de Piel”

En A flor de piel se dan una gran mayoría, sino todos, de los ingredientes necesarios para que una obra sea considerada de la correinte decadentista. Así, nos muestra como figura protagonista a una aristócrata, clase social en la que se sujeta la corriente para llevarla a la oscuridad del ocaso. Pero mientras que eso se va produciendo exaltará la belleza con una delicadeza y una prosa que envuelve al lector, describiendo tanto la física como la espiritual de los personas que desarrollan las acciones. Belleza también volcada en un erotismo lleno de sensualidad en una búsqueda del placer como vía de escape de la realidad, o simplemente por la mera necesidad que tiene la juventud por ser joven y la madurez por recordar que el deseo no pasó a mejor vida para ellos, sobre todo cuando se han visto inmersos en matrimonios condenados por las normativas sociales y la monotonía. 

Así que nos encontramos con tres elementos clave del decadentismo como son la aristocracia, la exaltación de la belleza y el erotismo. La cuarta sería la exaltación del yo como epicentro de todo, pues hay una suerte de egoísmo en la forma de afrontar la vida y las relaciones, o la búsqueda del placer carnal, del uso de la belleza y la apasionada juventud para conseguir objetivos que nada tienen que ver con el amor el cariño. 

Se trata, por tanto, de personajes complejos, individualistas, solitarios y egocéntricos que ven como sus atalayas son atacadas por la vida, que hace que se desmoronen sus defensas, llevándoles, a cada uno a su manera, a conocer las mieles de lo que es vivir un tiempo en el infierno. 

De esta manera, y gracias al variopinto elenco de personajes que junta para el desarrollo de la obra, engreídos y ególatras cada uno a su manera, desarrollando la necesidad de sus placeres y sus ansias en cafés y tablaos de la noche madrileña, que serán testigos de traiciones, enamoramientos, pasiones, envidias, deseos de ruina y la algarabía más mundana.

De Hoyos y Vinent nos ofrece un decadentismo cañí con toque canallas, muy español, pero decadentismo al fin y al cabo. 

Ejemplos concretos en la novela

Para ilustrar estas características, podemos analizar algunos elementos específicos de “A Flor de Piel”:

  • Descripciones detalladas: Hoyos y Vinent dedica gran cantidad de espacio a describir los ambientes, los personajes y sus emociones con un lenguaje rico y sensorial, buscando crear una atmósfera decadente y sensual.
  • Personajes complejos y atormentados: Los personajes de la novela son individuos complejos y atormentados por sus pasiones y deseos. Suelen ser personajes aristocráticos o bohemios, que viven una vida marcada por el exceso y la decadencia.
  • Temas recurrentes: El amor, la pasión, la muerte, la belleza y la soledad son temas recurrentes en la novela, tratados desde una perspectiva pesimista y melancólica.
  • Simbolismo: Hoyos y Vinent utiliza el simbolismo para expresar ideas abstractas y emociones complejas. Los objetos, los lugares y los personajes adquieren un significado más profundo que su significado literal.
Portada de A flor de piel, un libro de Antonio de Hoyos y Vinent

Y, Willy, egoísta como todos los que se sienten muy amados, pensó en la molestia de ayudar a soportar la cruz a quien por él la llevaba, y ansió vivir y ser dichoso, pensando con brutal egoísmo: «Antes estoy yo que ella».

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¿Por qué no es una novela romántica?

  • Ausencia de idealización: Mientras la novela romántica tiende a idealizar a los personajes y las relaciones amorosas, el decadentismo busca una representación más realista y a menudo pesimista de la pasión y el amor.
  • Énfasis en el sufrimiento: El decadentismo celebra el sufrimiento y la melancolía como estados emocionales genuinos, mientras que la novela romántica busca, en general, finales felices y resoluciones positivas.
  • Individualismo y pesimismo: Los personajes decadentes suelen ser egocéntricos y pesimistas, buscando el placer y la belleza en un mundo que consideran decadente y sin esperanza. Esto contrasta con los ideales de amor y sacrificio propios de la novela romántica.
  • Erotismo vs. Amor: El erotismo en el decadentismo es a menudo explorado de manera más explícita y sin las connotaciones idealizadas del amor romántico.

En conclusión, “A Flor de Piel” es una novela que refleja de manera clara los rasgos característicos del decadentismo. A través de su lenguaje cuidado, sus personajes complejos y su atmósfera cargada de melancolía, Hoyos y Vinent nos invita a sumergirnos en un mundo de belleza y decadencia, donde la individualidad y el placer son los valores supremos.