La carretera, en todas sus formas, se convirtió en un símbolo de la batalla por la igualdad y su lucha. Las mujeres que se atrevieron a recorrerla, ya fuera a pie, en bicicleta, en motocicleta o en automóvil, estaban desafiando no solo las normas de género, sino también las estructuras de poder establecidas.
Estas pioneras no solo buscaban la aventura, sino que también buscaban visibilizar las demandas de las mujeres. Sus viajes eran una forma de activismo, una manera de demostrar que las mujeres eran capaces de hacer cualquier cosa que se propusieran.
El legado de estas mujeres es invaluable. Gracias a ellas, las mujeres de hoy pueden disfrutar de una mayor libertad de movimiento y de mayores oportunidades. Sin embargo, la lucha por la igualdad aún no ha terminado.
En Reinas de la carretera, Pilar Tejera nos hace llegar las increíbles historias de más de una treintena de mujeres maravillosas que en su rebeldía y rechazo a los cánones establecidos se embarcaron en aventuras que el resto sólo podrían soñar o leer en novelas. Aquellas figuras se convertirían en el ejemplo real de que ellas también podían hacerlo, sólo tenían que proponérselo. Así lo hicieron Frances Willard, Charlotte Smith y Sara Grand en bicicleta, las hermanas Van Buren, lady Warren y Brenda Collins en moto o Sarah Breedlove, Violette Cordery y Dorothy Elizabeth Levitt en los primeros coche. Así la autora nos habla de estas y otros muchos sucesos que quedaron grabados en la historia como hechos excepcionales realizados por mujeres excepcionales que no estaban dispuestas a conformarse en ser como el resto y se decidieron a dar la batalla por la igualdad en la carretera.
